Buenas tardes.
Con respecto a la primera pregunta, opino como mis compañeros, el hambre seguirá existiendo en el mundo pero introduciendo un pequeño matiz; no hace tanto tiempo que creíamos, de manera equivocada, tener localizadas las áreas concretas de hambruna (el llamado tercer mundo); en estos momentos mi sentimiento más pesimista me lleva a pensar que esas zonas que veíamos tan lejanas, las tenemos ya a la vuelta de la esquina. Las brechas sociales que se están agrandando dentro de lo que denominamos nuestro primer mundo, las crisis económicas, sociales, sanitarias y de falta de valores a todos los niveles, están produciendo este avance, de lo que considero la gran lacra de la humanidad.
Con respecto al cómo podemos prevenir, desgraciadamente ninguno de nosotros tenemos la solución (si la tuviéramos el problema estaría solucionado), pero si disponemos de la opción de la opinión. Estoy totalmente de acuerdo con los comentarios anteriores; pero quiero darle más relieve a la educación. Creo que nuestra gran esperanza no está en las clases dirigentes (a nivel político y económico) que nos gobiernan en la actualidad, éstos se limitan a elaborar programas puntuales con los que tratan de solucionar el problema, pero que en realidad solo «parchean», anteponiendo muchos intereses al problema del hambre. La gran esperanza son las nuevas generaciones que tenemos que educar en valores, y que cuando tengan la responsabilidad (cada uno a su nivel) apliquen esas enseñanzas en pos de un mundo totalmente equilibrado en todos los sentidos. En relación con todo ésto, quiero mostrar mi agradecimiento y admiración a todas las asociaciones humanitarias que están haciendo posible con su trabajo y esfuerzo, el contener esa brecha de la que hablaba antes.
