Cuando hablamos de pobreza, a todos se nos viene a la cabeza la imagen de una persona en situación de indigencia o con pocas posibilidades económicas, sería la pobreza económica, pero, si nos paramos a reflexionar, son múltiples los tipos de pobreza existentes, si bien hay dos que recurrentemente aparecen en los medios de comunicación, se trata de la pobreza energética y la pobreza digital. Estas, configuran unas necesidades que, en la actualidad deben ser solventadas si queremos cambiar el futuro.
Personalmente, considero que si queremos mejorar el mundo, la primera pobreza que hemos de erradicar es la educativa, en este sentido, el profesor Tomás Bulat afirma que cuando se nace pobre, estudiar es el mayor acto de rebeldía contra el sistema. El saber rompe las cadenas de la esclavitud. Para conseguir esto, proyectos como el presentado ayer en nuestro seminario, dan pie a un intento de cambiar la sociedad y el futuro y constituyen el primer paso de cara a lograr un mundo con menos desigualdad.
