Como docentes, tenemos un claro poder: el de saber influenciar a nuestro alumnado y guiarlo de la forma que consideremos más correcta, escuchando siempre sus inquietudes y motivaciones para así, generar la suficiente confianza y que de forma autónoma luche para lograr lo que verdaderamente quiere conseguir en la vida.
Somo el principal modelo y espejo en el que se miran, por lo tanto si queremos que por ejemplo, nuestros alumnos adquieran unos hábitos higiénicos saludables y una buena calidad de vida, somos nosotros, los primeros que debemos dar muestra de ello, llevando una vida saludable y hábitos alimenticios óptimos y que el alumnado, lo vea, para así poder adquirirlo.