A corto plazo desgraciadamente seguirá existiendo hambre en el mundo.
Adoptar actitudes críticas como individuos y procurar al mismo tiempo que como sociedad, los gobiernos y principales organizaciones vayan de la mano encaminadas hacia un mismo bien común sería la línea a seguir para en un futuro poder erradicar esta lacra. Mientras primen los intereses económicos sobre los sociales difícilmente podremos mejorar el mundo.