Sobre el tema que se nos plantea se pueden decir muchas cosas pero lo que es indiscutible son los efectos del cambio climático, así como la necesidad plasmar acuerdos internacionales sobre una racionalidad en la futura utilización de las energías fósiles que van destruyendo nuestro planeta. En este sentido la cumbre celebrada a últimos de 2021 supone un paso adelante, el acuerdo de Glasgow viene a refrendar la necesidad de seguir explorando este camino con acuerdos internacionales más firmes y explícitos con relación a los objetivos que se abordaron.
Uno de los puntos más interesantes persigue eliminar gradualmente el uso de carbón por ser uno de los combustibles fósiles más contaminantes y que más carbono dióxido emite.
Por otro lado al buscar un poco más de información para forjar mi opinión, puedo ver que entre las naciones que se adhirieron al «compromiso», hay grandes consumidores de este combustible fósil, como Polonia, Vietnam y Chile, pero no se sumaron los principales contaminadores, como China, Estados Unidos, Australia e India.
Además me llama positivamente la atención que los países firmantes del acuerdo se comprometieron a dejar de invertir en plantas nuevas que generen energía a partir del carbón, ya sea en su territorio o en el exterior.
Entre ellos, los países más ricos se comprometieron a eliminar gradualmente ese tipo de energía en la década de 2030.
Creo que 46 países se comprometieron a eliminar gradualmente el uso de carbón.
Decenas de organizaciones también se sumaron a la promesa, y varios bancos importantes acordando frenar la financiación de la industria del carbón.
A mi juicio vamos despacio pero el mundo se mueve en la dirección correcta a peras de que se debería potenciar más las energías renovables.
En el otro lugar de la balanza está lo que yo digo la » letra chica » pues el citado acuerdo parece darles a los países un gran margen de flexibilidad para escoger su propio plazo de eliminación (del uso de carbón)más allá de lo que podamos decir y opinar la sociedad.
Fernando Molina
